4/19/2014

El Amor en los tiempos de cambio climático


 
Un amigo me dijo que yo era una “bruja socialista”. Lejos de ofenderme, me agradó mucho su comentario. Me dijo además, que se había enamorado de mí antes de conocerme y que conmigo se sentía completamente a gusto para hablar de cualquier tema. Sin embargo, no compartía mis pensamientos socialistas, y que por ese motivo las cosas no habían pasado a más.

Poco después, se casó. Me dijo que apenas y podía hablar algunos temas con su actual esposa. Que quería que siguiéramos de amigos. No quería perder mi amistad, porque como ya me había dicho anteriormente, conmigo podía hablar de lo que fuera y con su esposa no. Hasta ahí dejé la amistad.  Únicamente le pregunté el motivo de casarse con alguien con quien apenas podía hablar.

Hace unos días, mientras almorzaba en algún lugar, observé las parejas que estaban ahí. Algunas estaban con sus hijos, como las familias felices y completas que deben ser. Observé que apenas hablaban entre ellos. Si intercambiaron dos o tres palabras fueron muchas. En algunos casos, él estaba más pendiente del celular y navegando en el ciberespacio, que estar interactuando con sus hijos y su esposa.

He visto parejas casarse. Parejas divorciarse. En algunos casos, me han dado ganas de preguntarles ¿Y por qué se van a casar?  Cuando les noto que no hay química entre ellos, ni mucho menos amor. Lo que sí tienen es esa fantasía y el cuento de hadas a flor de piel. Ese cuento de hadas que apenas y dura un par de meses, y luego empiezan a buscar en otras personas lo que no encuentran en su pareja actual.

Como dice esa canción  “y ese miedo de verte viejo y sin pareja, te hace escoger con la cabeza lo que es del corazón”. Y es que se elige al que va pasando, al que sea y como sea con tal de no estar “solos”, y al final terminan con alguien y sintiéndose a un más solos y tristes que nunca.

El amor de pareja no es un cuento de hadas que termina con un “y vivieron felices para siempre”. El amor de pareja no se basa en tener a alguien a nuestro lado y obligarle a la otra persona a hacer lo que queremos, o tratar de cambiarlo a nuestra conveniencia, o en el peor de los casos, esperar que la otra persona nos haga felices.

El Amor es libertad. El Amor es encontrarse con otra persona y decidir aceptarse, ayudarse y disfrutar de este viaje que llamamos Vida. He visto parejas que se han reencontrado en esta vida y son felices. Y habemos algunos que esperamos reencontrarnos con nuestra Otra parte, “que con seguridad se cruzará en nuestro camino.  Aunque sea por unos instantes, porque esos instantes traen un Amor tan intenso que justifica el resto de nuestros días…” (Brida).

 

 

 

 

 

4 comentarios:

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Que bárbara Enita, expresaste lo que tenia en mi mente en este justo momento......Eres muy inteligente y perspicaz amiga ...!!!

Patricia Fuentes

Anónimo dijo...

discípula de G.M estimada!

Anónimo dijo...

Facisti!!! Mis respetos para ti oh excelente bruja.

Beatriz Vasquez

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