2/28/2012


El Aguacatal

El Aguacatal es un caserío del cantón El Volcancillo, municipio de Jocoaitique, Morazán. Un lugar ubicado como a unas cuatro horas de San Salvador. Para llegar se deja la carretera que conduce a Perquín y luego se deben recorrer unos 10 kilómetros de calle de tierra y piedra. Y donde el progreso y el desarrollo desconocen que existe este lugar.

Fui la primera vez por cuestiones de trabajo, y creo que se me partió el corazón en mil
pedazos cuando vi a esas mujeres de la localidad esperándonos, como deseando
que llegáramos con una varita mágica a resolver sus problemas de salud, de transporte, económicos y de migración.

No llevaba una varita mágica. Llevaba unos jugos y unos pancitos que lo recuerdo y se me sigue
partiendo el corazón por sentir tanta miseria y porque al final las personas no
son consideradas como seres humanos, sino que como números e indicadores que funcionan para que sigan habiendo proyectos millonarios en el país.

Y bueno, viendo esta campaña electoral tan indignante y tan estúpida, no logro entender cómo es
que todos siguen diciendo que trabajaran por un mejor país y que tienen la respuesta a los problemas de país, cuando la pobreza y la miseria están tan palpables que cualquiera con tres dedos de frente lo puede entender.

Veo la campana electoral y me pregunto que por qué se tienen que gastar millones de dólares en
anuncios acusando al otro de no hacer bien las cosas, en que los otros digan que ellos harán mejor las cosas, la pinta y pega que afea al país, con fotos de diputadas y diputados tratando de sonreír para ganarse la confianza de las personas, o en el peor de los casos, ver a una candidata a diputada con un canasto en la cabeza y echando tortillas como queriendo decir que ella es tan
del pueblo como cualquier otra persona.

El Salvador no necesita de mas diputados y diputadas inoperantes, que se grite a los cuatro
vientos que le derecha o la izquierda es lo que mejor le conviene al país. El Salvador no necesita de diputados y diputadas que andan en vehículos del año y que se acercan al pueblo solo en campaña electoral, o que en el peor de los casos desconozcan de la realidad en la que viven miles de salvadoreños y salvadoreñas.

El Salvador necesita que personas y familias como las que viven en El Aguacatal tengan
acceso a agua potable, energía eléctrica, transporte digno, y no como el que tienen actualmente que si lo pierden deben de caminar más de una hora hasta llegar a la carretera principal.

El Salvador necesita que haya una buena educación con seres pensantes, que exista un buen
sistema de salud, seguridad. Un país que respete al medio ambiente y donde, como lo establece la
Constitución de la Republica, todos y todas seamos iguales ante la Ley.

Y por lo mismo, familias como las de El Aguacatal y de tantos otros caseríos que existen a lo largo del país, tengan una vida digna, no importando si la derecha o la izquierda gobierna a El Salvador. Se necesita que el desarrollo y el progreso lleguen a estos lugares. Porque al final, la dignidad de la condición humana no es un asunto político, es un asunto de seres humanos.

El Amargo del Pomelo de Nacho Cano

Oleo de mujer con sombrero...Silvio en El Salvador