1/16/2010


16 de enero

Este día, en el discurso de celebración de los 18 años de la firma de los Acuerdos de Paz, Mauricio Funes, pidió perdón por los asesinatos, matanzas y todas las violaciones a los derechos humanos que se hicieron durante los 12 años de guerra que sufrió El Salvador.


Por primera vez, el Estado salvadoreño, el Presidente de la Republica pidió perdón. No mandó a ningún representante que lo hiciera. Reconoció a los mártires a Monseñor Romero, a los jesuitas, y a los muchos no conocidos. Estaba presente Alfredo Cristiani.


Nuestra historia, nuestro país, nuestras familias, aquellos que tuvimos un poco más de suerte y no sufrimos en carne propia esta guerra. Aquellos que estuvieron en las trincheras, los que lucharon por un ideal, los que desaparecieron, los niños y niñas que vieron como asesinaban a sus padres, hermanos y hermanas. Los que estuvieron en la montaña, aguantando hambre, frio, lluvia, sol, pero no se movieron, estuvieron ahí, defendiendo nuestro país y su ideología.


Por las historias y sufrimientos que pasaron Don Luis, Don Candelario, Vilma, Sandra, Don Rafael, Pedro, estas personas con las cuales ahora trabajo y siguen adelante, con ánimo, con alegría, haciendo su trabajo como guías de turismo, como guarda recursos, haciendo mochilas tipo “suvenirs” para los turistas, los veo con admiración y con mucho respeto.


Aquellos que cambiaron su ideología por algunos dólares. Los que comercian con la salud y la seguridad de las familias salvadoreñas. Los corruptos. Los que se lucran con el dinero del pueblo. Aquellos de “apellido” que tienen unas megas casas en la zona alta de San Ignacio y La Palma, que no les importa el daño al medio ambiente, ni la seguridad de la ciudadanía y siguen construyendo en cordilleras y en terrenos fértiles para la agricultura, pero que tienen todo el poder para hacer lo que ellos deseen, impermeabilizando el suelo, haciendo que la lluvia que cae se dirija de un solo a las zonas vulnerables y pobres de la ciudad. “…Mercaderes, traficantes,más que nausea dan tristeza…” (La belleza, Luis Eduardo Aute).


Este próximo mes de marzo, a los 30 años del asesinato de Monseñor Romero, también se celebrará a todos los mártires del El Salvador. Niños, niñas, mujeres y hombres. Héroes de nuestro El Salvador. Valientes por siempre.


“Un pueblo que olvida su historia es un pueblo muerto. Sigamos trabajando en este pueblo vivo que quiere conocer la verdad, no para vengarse sino para pedir justicia, sin la que no será posible la paz”. Jon Cortina, s.j.


El Amargo del Pomelo de Nacho Cano

Oleo de mujer con sombrero...Silvio en El Salvador