5/23/2006

V de Justicia

Hace unos años, acompañé a unos periodistas chilenos a hacer un reportaje a Perkin. En el museo de la guerra entrevistaron a Cristina. Ella tenía 25 años, mi misma edad en ese entonces. Cristina comenzó a contar la historia de su vida durante la guerra. Mientras escuchaba su historia, pasaba por mi mente la historia de mi vida, y a pesar de tener la misma edad, una diferencia abismal nos separaba.

Cristina contó que a los nueve años tomó un arma en sus manos. Tuvieron que huir de su casa junto con su familia, con lo que comenzaba para ella un nuevo estilo de vida. Se unió a la guerrilla. Era parte del grupo de comunicaciones. En la radio, no solo leía informes y noticias, mandaba saludos de cumpleaños, declaraciones amorosas, y otro tipo de cosas un poco ajenas a la guerra. Así pasó desde los 9 a los 21 años, cuando se firmaron los Acuerdos de Paz.

Durante su entrevista, me recordé de mi infancia y de cómo en todo ese tiempo yo escuchaba de la guerra, pero como algo lejano que pasaba a miles de kilómetros de mi casa. Yo estaba con mis papás, iba al colegio, a la iglesia, los fines de semana a comer, al teleférico, al mundo feliz, a Salinitas, o a reunirnos con la familia. Dormía en mi camita, tenía una mascota, miraba la televisión y no tenía ni la más mínima idea, de que en ese mismo momento otra persona de mi misma edad estaba en una realidad completamente diferente a la mía.

Cristina hizo algo por el país, luchó en una guerra que no era solo de ella, ni de su familia. Era una lucha de todos por una igualdad de condiciones, respeto y oportunidades para todos.

Ya hace mucho se firmó la paz en nuestro país. Los movimientos sociales se han convertido en unas manifestaciones que ya sabemos que terminaran en caos vial, pinta de la propiedad privada, quema de llantas y de otras cosas, encapuchados, piedras y en un desfile de rojos, combinados con mareros para que hacer más relajo en las calles.

El gobierno está haciendo lo que quiere en nuestro país. Los intereses de unos pocos están por encima del bienestar de muchos. Se hacen y se reforman leyes que solo benefician a los mismos pocos. Los medios de comunicación están al servicio del gobierno, que de vez en cuando sacrifica a alguien para decir que sí hay justicia en el país y que no se permite la corrupción dentro de las instituciones del Estado.

Saber es poder. En los colegios y escuelas no inculcan la lectura, la historia solo es algo pasajero, sin llegar a profundizar en hechos que a saber si sucedieron. Aceptamos callados todo lo que nos dicen. El consumismo está por encima de la cultura. Nos tragamos todas las mentiras del gobierno y aceptamos nuestra realidad sin hacer absolutamente nada.

La firma de los Acuerdos de Paz puso fin al conflicto armado. Se sacrificaron más de 70 mil salvadoreños, más todos los que emigraron. Derechas e Izquierdas están sentados en la Asamblea Legislativa. Tenemos libertad de pensamiento. Pero la brecha entre los de arriba y los abajo es cada vez más grande. La riqueza sigue concentrada en unos pocos y la distribución de la riqueza llega cada vez a menos personas.

El Salvador es nuestra patria sagrada, es donde hemos nacido y amado; es el aire que respiramos‚ la tierra que nos sustenta‚ la familia que amamos‚ la libertad que nos defiende‚ la religión que nos consuela. Es blasón de héroes y mártires‚ reseña virtudes y anhelos; reverencia el Acta que consagró la soberanía nacional y marca la senda florida en que la Justicia y la Libertad nos llevan hacia Dios.

5/09/2006

Don´t call me gringo

Hace unas semanas, el esposo de una compañera de trabajo se fue mojado a Estados Unidos. El viaje le costó seis mil dólares...seis mil dólares..seis mil dólares. El coyote lo pasó por la frontera McAllen, Texas, uno de los pocos puntos fronterizos que han quedado “libres” para pasar más fácilmente. Los demás sitios como Tijuana y Mexicali se complican un poco por la construcción del muro fronterizo.

Al tocar suelo gringo lo detuvo la migra, pero luego lo dejaron libre cuando se dieron cuenta de que era salvadoreño. La migra le dijo que lo dejaban entrar porque su gobierno estaba agradecido con el nuestro, por los valientes soldaditos que está mandando a Iraq. Esta suerte no la tuvo otra persona que iba con él, porque era hondureño, y ese gobierno, sin conciencia pacifista, no tiene soldados en Iraq.

El esposo de mi compañera ya tiene trabajo en Virginia, y envía, como el resto de salvadoreños que viven en ese país, remesas al nuestro, y de este modo ayuda a su familia y le ayuda al país entero para que nuestra economía no se venga a pique.

Cuantas historias similares...cuantas historias se repiten día con día...cuantas historias se vienen repitiendo día con día en los últimos treinta o cuarenta años. Cuantos salvadoreños emigraron a causa de la guerra. Cuantos salvadoreños siguen emigrando para poder vivir mejor. Cuantas familias se siguen separando, viviendo por separado el sueño americano.

“Los hacelotodo...los vendelotodo”, como dijo Roque Dalton. ¿Alguien ha visto en alguna película de Hollywood, que la empleada domestica de la casa se llame Britney o Sharon? Se pueden llamar Juanita, Maria o Lupita, pero no pueden ser otras gringas. O los que lavan los carros, construyen la casas o recogen la basura, esos se llaman Juanito, Pedrito y José, pero jamás serán Tom o Brad.

Pero también hay Marías y Josés que poseen cargos ejecutivos en algunas empresas gringas. Pedritos y Juanitas que con mucho esfuerzo han llegado a ocupar cargos importantes en ese país del norte. Esos son ejemplos para el resto y el resto siguen trabajando en lo que los gringos no trabajarían.

Qué pasaría si el norte fuera el sur, como decía Ricardo Arjona. Qué pasaría si un día el Estado de California se quedaría sin salvadoreños, mexicanos, guatemaltecos y el resto de los 40 países que están al sur de Estados Unidos, como sucede en la película Un día sin mexicanos. Qué pasaría en El Salvador si nuestros hermanos mojados ya no enviaran sus remesas. Qué pasaría en Estados Unidos si nuestros hermanos mojados no trabajaran más en ese país.

Que pasaría si no se tendría que emigrar a ningún país para buscar un futuro mejor, Qué pasaría si no existiera la condición de mojado, indocumentado o ilegal, Qué pasaría si los mojados no fueran el estorbo de una nación que no sabe qué hacer con las reformas migratorias, porque a la vez los necesita para seguir siendo una nación poderosa.
Los mojados, ilegales, indocumentados, los salvadoreños, hondureños, guatemaltecos, mexicanos, nuestro tío, nuestra tía, el hijo, el papá, la mamá, el hermano, el amigo, el esposo, el que vive allá, a quien extrañamos, en la ausencia, en el pensamiento, en el corazón, la misma condición, los mismos sueños, los mismos ideales, seres humanos, los que vivimos en América, los latinos.
Nuestro mundo es la tierra

Mi mamá mandó a matar el palito de nance que había en el jardín porque botaba muchas hojas. El palito de nance daba sombra a la cocina, a una buena parte del jardín y llegaba brisa hasta mi cuarto. Ahora el palito ya no tira ni una tan sola hojita, pero el calor que hace en la cocina en la tarde es insoportable, al mediodía no se puede estar en el jardín y en mi cuarto hace un calor horrible.

Mis vecinos mandaron a matar el jardincito de la acera para hacerlo parqueo. Se ve un gran resplandor de concreto al mediodía. Mis otros vecinos, mandaron a matar unos palitos de aguacate porque botaban muchas hojas.

Los señores empresarios y millonarios del país, con la ayuda del gobierno, están matando toda la finca de El Espino para hacer más centros comerciales, más carreteras, casas y apartamentos de lujo. Cambiaron lo natural por el concreto. Cómo les irá a ir otra vez a las personas que viven en las colonias La Vega, Candelaria y otras aledañas, en este próximo invierno, cuando toda el agua que caiga no tendrá donde filtrarse, sino que será un río entero calle abajo. Claro como no son las casas de los señores empresarios, no hay problema. Lo bueno que Tony, que tiene un gobierno con sentido humano, les está arreglando las bóvedas para que no sufran tanto en este invierno.

No entiendo como arquitectos e ingenieros pueden construir colonias enteras sin dejar plantado un solo arbolito. Bueno, no pueden desaprovechar el espacio que ocupa un arbolito para dejar de construir una casita y que esto no les genere un ingreso económico. Construcciones en masa.

Lo que tardó cientos o miles de años en formarse, lo estamos matando en pocos días. Se han preguntado cuánto tarda un arbolito en crecer. Hay personas que matan por el simple placer de matar. Matan pajaritos, animales en peligro de extinción, matan bosques, áreas naturales para construir viviendas, centros comerciales y calles.

No cuidamos nuestro medio ambiente. Cuánta agua botamos al lavarnos los dientes. Cuánta agua gastamos cuando nos bañamos. Tiramos la basura al suelo. Decimos que el gobierno es quien tiene las calles sucias, pero quién tira latas, plástico y botes al suelo. Decimos que el gobierno no pone basureros en la calle, pero cuánto cuesta guardar la basura dentro del carro en una bolsita, y luego tirarla en un basurero. Dejamos que nuestros niños tiren la basura al suelo, porque es el ejemplo que les damos.

Cuánto costaría llevar nuestra propia bolsa de manta al supermercado y evitar que por una pasta de dientes ocupen una bolsa de plástico. El plástico tarda 500 años en descomponerse. Se han fijado cuánta basura generamos cuando compramos comida rápida. Se han fijado cuánto papel gastamos en la oficina. Se han fijado cuánta basura generamos en las reuniones donde servimos con platos y vasos “desechables”.

Se han fijado cuánta energía eléctrica desperdiciamos en nuestra casa y en la oficina. Han visto cómo está actualmente el Río Lempa, que ha dejado de ser el Río Lempa majestuoso de antaño, a convertirse en un pequeño riachuelo.

Se han fijado la nube de smog que está encima de San Salvador. Buses y vehículos particulares tirando cantidad de humo, sin tener la más mínima conciencia del daño que le están haciendo al medio ambiente.

Dios hizo al hombre y a la mujer para que cuidáramos de la tierra, no para que la matáramos. El calentamiento global es una realidad. La naturaleza está pasándonos la factura. No la hemos cuidado bien, nos aprovechamos de ella. Sufrimos inundaciones, huracanes, sequías, calor como jamás lo habíamos tenido.

Jugamos a ser dioses y pasamos de lo natural a lo artificial. ¿Somos más inteligentes que la naturaleza? ¿Nos necesita la naturaleza para crecer y reproducirse? Claro que no. Nosotros la necesitamos a ella, pero no tenemos conciencia de la importante que es. Sin embargo, la naturaleza lo sabe, y seguirá con o sin nosotros.

El Amargo del Pomelo de Nacho Cano

Oleo de mujer con sombrero...Silvio en El Salvador