9/29/2006

Quiero creer...

Quiero creer que vivo en un país en paz, donde el gobierno tiene sentido humano, y donde se respetan las leyes.

Quiero creer que las leyes se hicieron para cumplirse y que son de beneficio para todos, y no solo de beneficio para unos pocos.

Quiero creer que éste es un país de oportunidades para todos y que todos somos iguales ante la ley.

Quiero creer que todavía nos podemos sensibilizar ante el dolor ajeno, y que podemos hacer algo por nuestro prójimo.

Quiero creer que las vidas que se sacrificaron durante la guerra no fueron en vano, y que los que lucharon por una igualdad de condiciones, no se han dejado llevar por una vida de lujo y de comodidad.

Quiero creer que vivimos en un país democrático donde nos podemos expresar libremente, y que somos seres pensantes que al observar que algo no funciona bien en esta democracia podemos exigir que se cumpla para bien de todos.

Quiero creer que siempre existirán servicios públicos, y que las instituciones del gobierno como el seguro social, siempre estará al servicio de todos de forma gratuita.

Quiero creer que las trasnacionales establecidas en nuestro país nos ven y nos tratan como personas y no solo como sus maquinitas para seguir haciendo más dinero.

Quiero creer que cuando tenga mis hijos, podrán crecer seguros, jugaran en la calle con sus vecinitos, y que no me preocuparé porque los puedan matar o violar un desalmado.

Quiero creer que somos una sociedad que respetamos el medio ambiente, sabiendo que nosotros somos la otra parte del medio ambiente.

Quiero creer que las salud y el bienestar de la sociedad está por encima de los interés políticos y que la basura es recolectada y manejada adecuadamente, sabiendo que si no recibe el tratamiento adecuado o se acumula en las calles o aceras provocará pestes que le costarán más dinero al gobierno.

Quiero creer que el esparcimiento y la recreación está por encima del consumismo y que existen valores mucho más importantes que una lucir una marca.

Quiero creer que vivimos en país donde se respira aire puro y no el humo de los automotores, y que nuestro país seguirá teniendo el cielo azul y no gris.

Quiero creer que podemos dormir tranquilos sin pensar que se pueden meter los ladrones en la casa, que nuestra seguridad no depende del alambre raizor o de los muros de la casa.

Quiero creer que es suficiente la policía nacional para brindar seguridad en la sociedad y no se necesita de seguridad privada.

Quiero creer que los funcionarios de gobierno no se convierten en multimillonarios cuando ocupan cargos públicos.

Quiero creer que vivimos en una sociedad donde existe el respeto, la educación y los buenos modales.

Quiero creer que no existe la delincuencia ni las extorsiones, y que las personas que queremos y que son importantes en nuestras vidas, estarán siempre seguras y a salvo.

En fin, quiero creer que todavía se puede vivir en nuestro país, que lo podemos ver como una empresa donde todos debemos trabajar para salir adelante, aunque a veces dan ganas de agarrar las maletas e irse a otro país.

Quiero creer en El Salvador y en todos los que nos consideramos salvadoreños, los que nacimos en esta tierra de Cuzcatlán, y que queremos vivir en PAZ.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente escrito.
Como siempre tus dotes de escritora y tu sensibilidad como persona son extraordinarias.

Un beso
JCF

Anónimo dijo...

Hey Ena:

Que bonito... no hay palabras para elogiarlo, a mi perecer deberias ponerlo en algun periodico donde te den espacio. para que te des a conocer ya que escribis maravillosamente

mi humilde comentario

raul

Anónimo dijo...

este poema esta muy bonito. Es una lastima que pase lo que pasa en el pais, y mas importante como tu lo dices, que las vidas que fueron dadas, en todas las guerras (de independencia y civiles) hayan sido en vano.

Anónimo dijo...

Ena: gracias por tan linda nota

Maria Ines dijo...

Esta hermosa desiderata podría ser escrita por cualquier persona que habite el mundo al sur de Estados Unidos.

¡Qué tristeza!

Pero... que la esperanza ilumine nuestros espíritus y nos permita pensar con alegría que todo es posible.
San Salvador, con este nombre nada es imposible.
Imaginate Argentina, un país riquísimo, donde los niños mueren de desnutrición. Si uno no se aferrara a lo sobrenatural no podría soportar tanta infamia.
Saludos

El Amargo del Pomelo de Nacho Cano

Oleo de mujer con sombrero...Silvio en El Salvador